Con este blog queremos ayudar a los propietarios de mascotas, mejorar la salud de sus animales domésticos y acompañarles en el difícil momento de su despedida.

Tumores mamarios en perros

Tumores mamarios en perros

Los tumores mamarios en perros son relativamente frecuentes, más específicamente en hembras. La incidencia es mayor en hembras no esterilizadas, o en aquellas que no se han esterilizado antes de cumplir los dos años y medio. La exploración periódica en casa es la mejor forma de detectar el problema de forma temprana y poder abordarlo con éxito.

Cómo puedes detectar tumores mamarios en perros

Los tumores de mama en una perra no suelen revelar síntomas observables, y la forma de detectarlos es a través de la palpación. Habitualmente se puede percibir un bulo o varios, de diferente tamaño en alguna de las mamas. Lo más común es que aparezcan en las mamas posteriores, las más cercanas a las ingles.

Cuando se palpa un bulto, no necesariamente tiene que tratarse de un tumor de mama en la perra. El diagnóstico puede ser variado y podría tratarse de una hernia inguinal, una hernia traumática o un tumor de origen no mamario.

En cuanto a los tumores mamarios en perros, en la mitad de los casos son benignos y en la otra mitad son malignos. La realidad es que, detectados a tiempo, pocos tumores de este tipo resultan mortales.

En qué momento debes acudir a un veterinario

En cuanto se detecta un bulto en la mama del animal, es conveniente acudir cuanto antes al veterinario para que lo pueda examinar. Así, en el caso de tratarse de un cáncer de mama en perros, las probabilidades de tratamiento y curación de la enfermedad serán mucho mayores. El procedimiento veterinario para poder determinar un diagnóstico suele incluir el siguiente protocolo.

  • Anamnesis. Se valoran aspectos importantes de la vida del animal, para determinar los factores de riesgo, como la edad, la raza, si la perra está esterilizada o no, si ha recibido tratamientos hormonales previos, si padece obesidad o si ha experimentado episodios de pseudogestación (embarazos psicológicos), entre otros aspectos.
  • Exploración física. El profesional veterinario palpa las glándulas mamarias de la perra para valorar al tacto el tamaño, la consistencia y la ubicación de los bultos. También se palpa manualmente el año de los nódulos linfáticos.
  • Analítica de sangre. El siguiente paso suele tratarse de una analítica completa (hemograma y bioquímica), para conocer el estado genial del animal.
  • También se proponen diferentes pruebas de imagen como TAC, ecografías del abdomen o radiografías de tórax para comprobar si el tumor se ha propagado y hay daños en otros órganos.
  • Punción para citología. Para poder determinar qué tipo de tumor se trata, es necesario realizar una punción o aspiración en el área afectada. Gracias a esta prueba se puede comprobar si se trata de un tumor maligno o benigno. En ocasiones también es necesario hacer una punción en los nódulos linfáticos, aunque no presenten inflamación.

Qué puede ocurrir si tu perra tiene un tumor en las mamas

Un tumor es el crecimiento anormal de un tejido. Este crecimiento se puede producir de una forma más o menos organizada: se mantiene el aspecto de las células del tejido y el tumor se mantiene en un punto concreto, desplazando ligeramente los órganos próximos. En este caso se trata de un tumor benigno.

Si el crecimiento es invasivo y desordenado, las células no se parecen a las del tejido que invaden y además destruyen y reemplazan a los órganos, se trata de un tumor maligno. Estos, además, tienden a aparecer en otros lugares porque este tipo de células son capaces de distribuirse por los conductos linfáticos o por la sangre. Algunos tumores comienzan siendo benignos, pero pueden evolucionar a malignos, por eso es crucial tratarlos cuanto antes.

Con el tiempo, los tumores se pueden diseminar a otras partes del cuerpo, y provocar síntomas asociados al órgano afectado. Lo más frecuente es que lleguen a los ganglios linfáticos y los pulmones, aunque también pueden afectar al abdomen o a la estructura ósea.

El pronóstico para los tumores mamarios en perras generalmente es bueno en la mayoría de los casos, incluso cuando se trata de tumores malignos, y la perra aún puede disfrutar de unos años más con buena calidad de vida.

Tumores mamarios

Cuál es el tratamiento y cuidados

Si tras realizar todas las pruebas diagnósticas se determina que el tumor mamario es maligno, se procede a realizar una operación quirúrgica para eliminar el tumor o tumores. Según el tamaño y la ubicación, puede ser necesario extirpar una o varias mamas, incluso toda una cadena mamaria.

Opcionalmente, se pueden tomar muestras previas para realizar un examen histológico o citológico antes de la cirugía para comprobar el tipo de tumor y el nivel de gravedad. No obstante, aunque se trate de tumores benignos, en muchos casos se recomienda la cirugía para quitarlos.

Excepto en el caso del carcinoma mamario inflamatorio, que es la variante más agresiva de cáncer y tiene muy mal pronóstico, hay que tener en cuenta que cada caso es diferente y a veces basta con extirpar el tumor o tumores de forma individual. 

Tras la operación, la perra deberá llevar un collar isabelino durante al menos dos semanas para impedir que se lama la herida. Además, se recomienda reposo y actividad limitada durante la recuperación. Transcurridas unas semanas, se volverán a realizar las pruebas pautadas por los veterinarios, en función de los resultados del examen del tumor.

Tras la cirugía, se aconseja realizar revisiones periódicas para comprobar si reaparece algún tumor o se produce metástasis. Durante el primer año, se revisa cada 3 meses y después se puede espaciar a 2 revisiones anuales. Igualmente, se aconseja realizar radiografías de tórax y ecografías de abdomen cada 3 o 6 meses.

En algunos casos, el paciente puede necesitar un tratamiento posterior a la cirugía para prevenir posibles metástasis, bien porque el cáncer es muy agresivo o bien porque se ha llegado demasiado tarde. La quimioterapia puede retrasar la propagación de la enfermedad y mejorar la calidad de vida en los meses posteriores.

 

Como ves, los tumores mamarios en perros requieren una rápida reacción. Si tienes una perra, recuerda que si la esterilizas antes del primer celo, reduces al 0,5 % la probabilidad de que desarrolle cáncer de mama. Si a pesar de todas las precauciones y los cuidados, no logras llegar a tiempo, no dudes en contar con Adiós Mascota para ayudarte en un momento tan complicado.

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