Obesidad en gatos: cómo controlar su peso

La obesidad en gatos es un problema cada vez más común en la población felina de nuestro país. De hecho, se estima que en torno a la mitad de los gatos presentan sobrepeso u obesidad. Ambas condiciones son una de las principales preocupaciones en el ámbito de la medicina veterinaria, ya que están estrechamente vinculadas con el desarrollo o el agravamiento de enfermedades que pueden reducir considerablemente la esperanza de vida de los gatos. Esto significa que es de suma importancia abordar el tema con seriedad para garantizar la salud y bienestar de nuestros queridos amigos peludos.

Cuándo se considera que un gato tiene obesidad

Para determinar si tu gato está en forma o tiene exceso de peso, puedes seguir estos parámetros de control:

• Observa las áreas donde sobresalen huesos, como los hombros, la columna, isquiones o cadera. Al tocar superficialmente, deberías poder identificar estos huesos. Si no los ves o están cubiertos por una capa gruesa de grasa, entonces tu minino debería bajar de peso.
• Toca sus costillas. Deberías poder sentir y contar fácilmente las costillas al tacto. Está bien y es saludable que haya una delgada capa de grasa, pero si te resulta difícil sentir los huesos bajo la piel, es muy posible que haya exceso de peso.
• Míralo desde arriba. Lo ideal es que la zona de la cintura se marque levemente, justo al final de las costillas. Si no hay una cintura visible o el abdomen es más ancho que el pecho, es posible que tengas un gato obeso.

La bolsa primordial

Puedes llegar a pensar que tu gato tiene sobrepeso si al mirarlo de perfil observas que tiene una barriga colgante. En realidad, se trata de una característica natural llamada bolsa primordial, ubicada en el abdomen cerca de las patas traseras. Aunque puede parecer flacidez, es perfectamente normal y saludable. Todos los gatos tienen bolsas primordiales, aunque su tamaño puede variar significativamente.

Existen tres teorías principales sobre el propósito de estas bolsas primordiales:

• Protección para los órganos internos durante posibles peleas.
• Mayor agilidad y velocidad.
• Almacenamiento de grasa.

Causas de la obesidad en gatos

Tanto el sobrepeso como la obesidad tienen una causa muy clara que es un desequilibrio entre la ingesta de alimentos y el gasto de energía que realiza el animal en su día a día. Cuando el resultado es un exceso de calorías, esto se traduce en kilos de más que se almacenan en el cuerpo de nuestro gato en forma de grasa.

¿Pero cuáles son los factores que pueden facilitar ese desequilibrio entre la ingesta calórica y el consumo de energía? Existen varios:

• Una dieta inadecuada. Hasta un 60 % de los gatos con sobrepeso presentan esta condición a causa de la indulgencia de sus responsables. Muchas personas quieren demostrar amor y cariño a sus gatos proporcionándoles más comida de lo que necesitan, sin ser totalmente conscientes de que en realidad están atentando contra su salud.
• Falta de ejercicio físico. También es muy común que los gatos lleven un estilo de vida excesivamente sedentario y casero, bien por falta de compañía o de estímulos. Si es así, adecúa su alimentación y procura jugar a menudo con tu mejor amigo y de estimularlo mental y físicamente. Además de estar más en forma, también será más feliz.
• Estrés o ansiedad. Como nos ocurre a los humanos, los gatos con estrés también pueden tener un metabolismo más ralentizado.
• Genética. Ciertos felinos pueden tener más tendencia a engordar que otros, al igual que nos ocurre a los humanos.
• Esterilización. Al castrar a un gato, este puede experimentar un aumento del apetito y una disminución en su nivel de actividad física, lo que puede contribuir al aumento de peso.
• Toma de fármacos. Algunos medicamentos, como anticonvulsivantes o glucocorticoides, pueden afectar su apetito y, en consecuencia, influir en su peso.
• Envejecimiento. Es natural que los gatos mayores se vuelvan menos activos debido a la disminución de su agilidad y energía, lo que puede resultar en un menor gasto calórico y, potencialmente, en un aumento de peso si no se ajusta su dieta y nivel de actividad.

Claves para controlar el peso de tu gato

¿Cómo hacer adelgazar a un gato? Si tienes un gato doméstico que no sale de casa, es probable que su nivel de actividad física sea relativamente bajo. En este caso, es recomendable proporcionarle un pienso light o bajo en calorías y dividir su comida en dos o tres raciones adaptadas a su edad y su peso. Dejarle siempre alimento disponible (ad libitum) puede no ser la mejor opción, ya que no todos los gatos son capaces de autorregularse.

Si a pesar de cambiar la dieta de tu gato no consigue perder peso, es recomendable consultar con un veterinario que pueda ofrecer alternativas, como alimentos o suplementos formulados específicamente para ayudarle a adelgazar de manera saludable, segura y más fácil.

Por otro lado, la actividad física es un aliado imprescindible para la pérdida de peso y el bienestar de tu gato. Jugar con él y dedicar tiempo de calidad a actividades interactivas y enriquecedoras en casa es esencial. Puedes crear un entorno atractivo y estimulante utilizando cajas de cartón u otros juguetes para mantener a tu gato activo y feliz. Igualmente, es positivo fomentar la interacción con otros animales en casa, si es el caso y si tu gato está dispuesto.

Riesgos del sobrepeso y la obesidad en gatos

Los gatos obesos y con sobrepeso, tienen mayores probabilidades de contraer diversas enfermedades graves, entre las que se incluyen:

• Diabetes e hipertiroidismo. Los gatos obesos tienen cinco veces más probabilidad de desarrollar diabetes o hipertiroidismo.
• Asma y bronquitis crónica. Aumenta hasta cuatro veces la probabilidad de sufrir problemas respiratorios, como asma o bronquitis crónica.
• Problemas urinarios. También tienen cuatro veces más probabilidad de experimentar problemas urinarios, como la formación de piedras.
• Problemas dermatológicos. Los gatos obesos son siete veces más propensos a ser diagnosticados con infecciones en la piel, posiblemente debido a la dificultad para realizar adecuadamente su aseo personal por el exceso de peso.

También puede ocasionar artrosis y otros estados inflamatorios, afectar al sistema endocrino, aumentar el riesgo cardiovascular y complicar procedimientos que requieran anestesia. Por último, el sobrepeso y la obesidad en gatos se ha relacionado con problemas de inmunodepresión y lipidosis hepática.

Como ves, la obesidad en gatos no es un problema que se deba tomar a la ligera, ya que puede tener consecuencias muy serias para la salud. Cuidando sus hábitos y su alimentación estaremos haciendo lo mejor para ellos. Y cuando llegue el momento de despedirte de tu querido felino, recuerda que en Adiós Mascota estamos para ayudarte en el proceso de duelo.