Por qué las espigas son un peligro para los perros

A todos nos gusta salir a pasear con nuestro perro al campo. Disfrutar de la naturaleza con nuestro amigo peludo es una actividad llena de beneficios para ambos. Pero debemos extremar las precauciones en nuestros paseos campestres para impedir que las espigas se claven en la piel de nuestro perro.

Las espigas son peligrosas y por eso es necesario saber cómo evitarlas y cómo actuar si alguna espiga provoca una lesión en nuestra mascota.

Puede que cerca de tu casa no veas este tipo de plantas, puede que haya muy pocas, o que solo las encuentres cuando te vas de vacaciones. De cualquier forma, creemos que te puede interesar esta información, para hoy, mañana o dentro de un tiempo.

Por qué son peligrosas las espigas para los perros

Las espigas son un tipo de planta que presenta una serie de ganchos con los que se adhieren a las superficies con el objetivo de diseminarse en el mayor territorio posible. Las espigas son más dañinas cuando se secan y pasan de ser verdes a amarillas.

Es muy probable que en un paseo en campo abierto acaben enganchadas en el pelaje del perro o, peor aún, se claven en su piel.

Son muy peligrosas, ya que provocan heridas, dolor e incomodidad y que además pueden inflamarse e infectarse si no se quitan a tiempo.

Las espigas se pueden clavar en muchas partes del cuerpo del perro, algunas más inaccesibles, pero estas heridas se producen comúnmente en:

Patas

Las espigas suelen incrustarse profundamente en la pata del perro, bien en los espacios entre los dedos, bien en las almohadillas. Si el perro cojea o se resiste a apoyar la pata, examina a conciencia la pata en busca de una espiga.

Nariz

¿Una espiga en la nariz de mi perro es una urgencia veterinaria? Si la espiga se ha alojado dentro de las fosas nasales, sí es una urgencia y debes acudir lo antes posible al veterinario para que no se incruste más o se mueva hacia los pulmones. Los síntomas son estornudos, y presencia de mucosidad o sangre. Además, el perro intentará rascarse.

Boca

Las espigas se pueden clavar en las encías y la boca o llegar al aparato digestivo. Lo más recomendable es visitar lo antes posible al veterinario. Si el perro se ha clavado una espiga en la boca, se mostrará reacio a comer y beber.

Oídos

Una espiga puede provocar una herida en la oreja del perro que evolucione a una otitis, ya que suelen alojarse dentro del oído. Si se clava por fuera, sí podremos extraerla nosotros mismos. Si la espiga está en el oído, el perro sentirá dolor en la zona, se rascará mucho y probablemente ladee la cabeza hacia el lado donde está la espiga.

Cómo evitar que tu perro se dañe con una espiga

Para prevenir los daños de las espigas el primer consejo es evitar los paseos en zonas con mucha maleza, sobre todo si está seca.

Al volver de un paseo por el campo, revisa bien a tu perro por si tiene alguna espiga para quitarla antes de que provoque daños. Pon especial atención en las zonas más expuestas como almohadillas, orejas, nariz, ojos y genitales. Los perros de pelo largo necesitan de una exploración más concienzuda. Tras esta exploración es recomendable cepillar bien el pelaje de tu mascota.

Por último, debes estar atento a las posibles señales de alerta. Si tu perro tiene un comportamiento extraño, se niega a comer, lagrimea o estornuda, acude a tu veterinario.

Cómo quitar una espiga a tu perro

Es muy importante que quitemos nosotros las espigas que estén clavadas superficialmente. Hazlo con ayuda de unas pinzas y aplica después un desinfectante tópico. Si la espiga se rompe y se queda parte clavada, ve al veterinario, ya que se puede quedar atrapada por debajo de la piel y provocar problemas más serios.

Cualquier espiga que esté dentro de los ojos, oídos o nariz de tu perro, debe examinarla un veterinario. No intentes sacarla, ya que puedes empeorar la situación.

Las espigas son peligrosas para los perros, pero siguiendo algunas precauciones no hay que renunciar a un buen paseo juntos que nos ponga en contacto con la naturaleza.